"Las políticas públicas pueden ser las principales herramientas con que los actores sociales promueven los cambios". Ésta fue una de las reflexiones que Eduardo Araya Moreno, autor principal del libro "Sindicatos y Políticas Públicas en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y Venezuela. Balance de una década (1996-2004)", compartió con los asistentes durante la presentación del mismo, que se desarrolló en Casa Central el pasado jueves 11 de junio.
La obra -publicada por Editorial Universitaria y patrocinada por la Confederación Francesa Democrática del Trabajo- es fruto de la investigación que profesores del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de esta Casa de Estudios han venido realizando desde 2006, encabezados por el Profesor Eduardo Araya Moreno como investigador principal y por los co-investigadores Óscar Droguillas Carrasco y Diego Barría Traverso.
El Profesor Araya explicó que el libro estudia la realidad de cinco países latinoamericanos en un período en que el llamado "ajuste estructural" económico se consolidó en ellos, por ejemplo implementando reformas de carácter neoliberal.
Este escenario es distinto de aquel que vio surgir los sindicatos en esos países, durante la segunda mitad del siglo XX, cuando existía pleno empleo. Así, en los '90 se flexibilizaron las modalidades de contratación, se introdujeron sistemas de capitalización individual y se transformó progresivamente la estructura productiva.
Hoy, en cambio, asistimos a una etapa distinta. Por ello, las centrales sindicales son actores que "deben ser considerados por los gobiernos para la creación de sus políticas", estimó el Profesor Araya.
Preocupación por el mundo del trabajo
Por su parte, el Director del INAP, Eduardo Dockendorff, consideró que en los últimos años las universidades en Chile han abandonado la preocupación por la relación del hombre con el trabajo, vinculando este fenómeno con el proceso de autofinanciamiento que afectó a las instituciones de educación superior desde 1981.
Para el INAP, en cambio -apuntó-, el trabajo es "un ámbito de central preocupación". Ello, con la intención de hacer "del mundo del trabajo, de la empresa, de las relaciones laborales, un mundo de la equidad".
Se trata de una tarea, a su juicio, vinculada con la democracia como "un bien superior indispensable". En este sentido, aseveró, el movimiento de los trabajadores es fundamental para el reforzamiento de las instituciones democráticas.
"Revalorizar el rol del Estado"
A su vez, el Secretario de la Central Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Jacky Bontemps, manifestó que para su organismo es un honor contribuir a la realización de esta investigación.
Situado en una "aldea global", el sindicalismo francés debe -en su opinión- reforzar la colaboración y alcanzar un mejor conocimiento de la realidad laboral latinoamericana. "Tenemos problemas comunes", expresó en ese sentido.
Más adelante, detalló algunas reivindicaciones compartidas junto a otros sindicatos franceses de corrientes diversas, en el marco de la crisis financiera global. Así, señaló que el momento actual es "una oportunidad para revalorizar el rol del Estado".
Reconocimiento de un derecho
A su turno, el Profesor Emérito de la Universidad de Chile Enrique Silva-Cimma sostuvo que el derecho al trabajo "no se reconoce en nuestro país a nivel constitucional".
En este contexto, estimó que el mismo "debe ser reconocido en plenitud por todos los órganos del Estado", y que los trabajadores, por su parte, deben acostumbrarse a defender sus derechos de manera racional.
Expresó también que el libro presentado en Casa Central tiene un carácter didáctico, pues busca precisar el significado de la organización sindical, y felicitó a la Universidad de Chile por poner "el contingente de su capacidad" a disposición de los trabajadores.
